IDENTIDAD FLUÍDA
En pos de mi identidad que día con día se torna cada vez más inasible.
¿Qué nos define? ¿Qué nos diferencia del otro? ¿Cómo nos construimos? ¿Cómo nos percibimos? Multiplicidad, transformación, fragmentación, distorsión, determinismo, espejismos…
“El concepto de identidad, tan utilizado por otros discursos, es criticado por el psicoanálisis porque promueve un falso ser, basado en una falsa unidad. En su lugar hablamos de identificaciones que, como veremos, tienen características cambiantes, son sustituibles, e incluso susceptibles de desaparecer….
“La identificación es concebida como un mecanismo fundante en la constitución del yo y del Sujeto”.
¿Cómo va apareciendo en mi trabajo la inquietud acerca de la formación, la producción, la construcción de la propia identidad, de la realidad que nos rodea, y acerca de nuestra percepción del otro? ¿Qué entra en juego para determinar el proceso de identificación? ¿Cómo van cambiando de forma, de carácter, de dimensión, cómo aparecen y desaparecen, cómo tienen distinta relevancia en cuanto a su propósito a través del tiempo?
No es fortuito que el soporte material que utilizo para esta nueva investigación sea el papel espejo, con su cualidades fluctuantes, que me remiten al concepto de lo líquido en el arte contemporáneo, tal como lo describe Zygmunt Bauman.
En este tiempo en que, al parecer, las manifestaciones plásticas se agotan y en que uno, como artista, se ve frente al desafío de incorporar nuevas tecnologías, me sedujo la idea de trabajar con imágenes líquidas y etéreas con los que se vuelve casi imposible concretar algo, tal como sucede con las pantallas mercuriales, con las que convivimos actualmente casi de tiempo completo.
Normalmente trabajo con un proceso intermitente entre la construcción, deconstrucción, fragmentación, desfragmentación de la forma que se arma, se desarma, se recorta y se vuelve a integrar y a desintegrar. Es un drama casi existencial en el que uno propone un algo sobre el soporte, en el que sucede el brillo o la opacidad del material, diferentes grados de densidad o de transparencia, de materialidad; en la que el color, con sus diferentes intensidades, tiene un papel fundamental, y en el que se da un diálogo interno donde uno se debate, propone, dispone, y vuelve a dudar y a descomponer, y a recomponer. Construye y vuelve a destruir, a suprimir, a alterar, a desbaratar lo propuesto.
Al lanzarme de lleno a un proyecto experimental, con materiales totalmente diferentes a los habituales, he desarrollado un proceso creativo con el que, dada su novedad, no encuentro algo similar que me pudiera servir de guía, lo cual hace que se transforme en una aventura mucho más emocionante.
“Pintar”, componer una pieza con otros materiales me obliga a otras dinámicas conceptuales. El papel espejo resulta un material ideal para ilustrar justamente las características de nuestra percepción en estos tiempos de la post-verdad, ya que el más mínimo movimiento delante de su superficie produce una imagen “líquida”, constantemente cambiante, en la que también vemos nuestro propio reflejo incorporado al contenido de la obra de arte, que a su vez nos observa desde su contenido interior.
Se trata de volver a darle relevancia a un proceso de sensibilización que nos devuelva la calidad de nuestra percepción, junto con la idea de profundización y de complejidad de nuestro entorno actual.
La pintora Beatriz Ezban interactúa con el papel espejo por Merry MacMasters. La Jornada
Entrevista con Irene García en “Por amor al arte”, Violeta Radio
Insubordinaciones: los pliegues del significado en Beatriz Ezban
por YISSEL ARCE PADRÓN, Coordinadora General de Difusión de la UAM